16. LA MEMORIA
Las neuronas cambian de estado con el tiempo, en cuestión de milisegundos: en un instante estarán descargando un potencial de acción y al instante siguiente no. La memoria es el vínculo del nuevo estado con el anterior. En una sinapsis tiene sentido hablar de un antes y un después al producirse un cambio de estado, porque el estado, antes y después, no será el mismo, aunque la sinapsis sea la misma. El estado posterior constituye una memoria del estado anterior. Por éso la actividad sináptica posee carácter memorístico. Al ser un hecho consumado es predecible y es susceptible de control. El hecho de que el sistema nervioso sea un sistema de control depende directamente de la propiedad de la memoria. Todo pensamiento es un recuerdo, pues en todo caso se trata de un antes y un después en cada sinapsis. Pensar es recordar el presente.
En A-B-C, un circuito formado por las neuronas A, B y C, el cambio de estado de A provoca un cambio proporcional en B, por lo que el cambio en B no solo depende del cambio en A, no sólo es su efecto y una memoria de lo ocurrido en A, sino que además sufrirá un cambio proporcional con el cambio de A, y, por ello, será una medida de A, así que también el proceso de percepción depende de la memoria.
La histéresis es un concepto de la física de acuerdo con el cual el estado de un sistema depende de su estado previo. Si en dicho sistema se cumple el principio de causalidad, el estado actual, al ser posterior al previo, será un efecto del previo y el previo su causa. El efecto será la memoria de aquella causa. En las sinapsis, donde el proceso avanza de modo automático, ajustándose sistemáticamente, se cumple el principio de causalidad a escala neuronal en cada sinapsis. El cambio de estado de las sinapsis depende de su estructura innata y de su plasticidad, pero también de la histéresis sináptica, que tiene que ver con el cambio de estado, en una sinapsis, entre el antes y el después. La histéresis es independiente de que el cambio se base, o no, en lo innato, por la expresión genética, en lo adquirido, por plasticidad, o en ambos, e independiente de si se va a mantener por un plazo más o menos largo (mecanismos moleculares sinápticos hebbianos de memoria a corto o largo plazo). Al ser cambios sistemáticos por el efecto se puede conocer la causa, de ahí que la memoria pueda ser tomada como si fuera una recuperación de información pasada, como un recuerdo de lo que denominamos “pasado”. Memorizar es la capacidad de saber cómo era el pasado (la actividad en la neurona A) al saber que el presente (la actividad en la neurona B) es un efecto causado sistemáticamente por el pasado.
La memoria parece imprescindible también para que la información mental sea consciente, porque para que haya conciencia debe pasar el tiempo, y para éso ha de haber un antes y un después en el sistema, para lo cual el sistema debe ser capaz de cambiar. Éso es lo que hace posible la memoria del sistema: un cambio que vaya del pasado al futuro.
Cada vez que tenga lugar la consumación de un estado funcional en una sinapsis, también quedará condicionado el estado futuro, al ser el futuro una memoria del pasado. Pensar es un cambio por el que se pasa del pasado al futuro de modo sistemático. Pensar es memorizar.
17. LAS PARADOJAS DEL SISTEMA NERVIOSO
Helmholtz midió de forma fehaciente la velocidad de conducción de los potenciales de acción a lo largo de los nervios. La velocidad de conducción nerviosa se mide en metros por segundo, según observó Helmholtz. Hoy, las velocidades de conducción nerviosa se miden de manera rutinaria, miles de veces cada día, en los hospitales, con fines diagnósticos. El pensamiento parece instantáneo, lo cual es paradójico. Aparentemente no hace falta un margen de tiempo para que la conciencia se instale en el instante presente y permita percibir la realidad de manera continua. Paradójicamente el funcionamiento neuronal no es instantáneo, pues la producción de potenciales de acción lleva un tiempo.
El cerebro está formado, paradójicamente, por una multiplicidad de neuronas microscópicas, las cuales funcionan en el rango de las milésimas de segundo, cuando la percepción es macroscópica.
Además, paradójicamente, las neuronas no son un ente único e individual, pues son miles de millones, cuando el yo consciente es único e individual a simple vista.
Además, paradójicamente, la actividad neuronal no es un fenómeno continuo, como aparenta ser la conciencia a simple vista durante la vigilia, ya que la conexión funcional entre neuronas es discontinua en las sinapsis, porque hay una separación física entre ellas e incluso la transmisión de potenciales de acción, al ser transitoria, es discontinua también, al oscilar entre la carga y la descarga.
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